La ciudad de Plasencia se fundó por el rey Alfonso VIII de Castilla en el año 1186.
La zona donde se encuentra la ciudad había sido territorio de anteriores civilizaciones, como los restos que han aparecido en la cueva de Boquique, que pertenecen al neolítico. En el Berrocalillo se encuentran vestigios de la Edad del Bronce. En las inmediaciones de Fuentidueñas encontramos restos romanos. En otras zonas de la ciudad o las inmediaciones encontramos
La ciudad se funda en una zona de frontera con el Islam, por lo que Plasencia se concibe como un lugar defensivo, y de ello da muestras la muralla de Plasencia defensiva que se construye.
En el privilegio de la fundación de la ciudad, a Plasencia se la llama “Ut Placeat Deo et Hominibus”, que significa Para el placer de Dios y los hombres. A los hombres por el bello paraje donde la ciudad se funda, y para Dios, puesto que pronto Plasencia se concibe como ciudad episcopal y se construye la catedral. Fue en el año 1189 cuando el Papa Clemente III concede a la ciudad de Plasencia la Sede Episcopal.
En la Plaza del Sol encontramos una estatua en honor al rey Alfonso VIII de Castilla, fundador de Plasencia. Se trata de una estatua ecuestre del escultor extremeño Estanislao García Olivares.
La esposa de Alfonso VIII, Leonor de Plantagenet pasaba mucho tiempo en Plasencia, tanto que aquí dio a luz a su hija la Infanta Mafalda, conocida como Mafalda de Castilla.
Cuando Plasencia la funda Alfonso VIII en 1186, comienza a construir una muralla defensiva. En el año 1196 aprovechando que la muralla aún no estaba terminada, los andalusíes vuelven a conquistar la ciudad. Cuando Alfonso VIII vuelve a reconquistar la ciudad en el año 1197, la prioridad del rey era terminar la muralla, y en 9 meses ya estaba terminada y la ciudad fortificada. Aunque parte de la muralla fue derribada para sanear la ciudad en el silgo XIX, aún se conserva gran parte de ella, así como varias de sus puertas.
