Será a las 20:30 horas.
Una madre de 102 años con una embolia, una gripe y muy pocas ganas de morirse; un hijo de casi 60 con una mujer posesiva y medio calva, una empresa que se hunde y una jubilación que no llega, no llega; otro hijo de 50 que la cuida, la baña, la peina y casi la mata (a la de la embolia); una testigo de Jehová que los visita cada miércoles; muchas libretas y pocos ahorros; una casa que hay que vender “¡pero, ya!”; una pistola que se dispara; un orinal que para la bala; un viaje a las Canarias…o a Alaska, y timbres, timbres…, muchos timbres.